El otro día en Facebook, una
amiga contó un recuerdo memorable de su infancia relacionado al detalle que tuvo una vez su maestra de ir a
visitarla en su casa cuando enfermó por varios días, y la emoción que le causó
su presencia al sentirse importante para ella y de cierta forma privilegiada entre
sus otros tantos compañeros. Ese momento en su vida quedó muy marcado y le
inspiró a elegir esta profesión. Así de importante era la figura del
maestro hace algunos años.
Hoy en día son muy pocos los
comentarios positivos que reciben los maestros acerca de su trabajo, pero es en
nuestros hijos en quienes se ve reflejado si
están dando lo mejor de sí para contribuir a su formación. Lo podemos ver en las ganas
que tienen de cumplir con su tareas, en el entusiasmo que manifiestan cada día por ir
a la escuela y en sus calificaciones, por supuesto.
Para mí también fueron muy
importantes mis maestros, sobre todo los de educación básica, y me siento muy
agradecida con todos ellos porque aparte de sus enseñanzas me dieron amor.
Hoy no tiene que ser diferente
con nuestros hijos, depende de nosotros como padres que siempre inculquemos en
ellos el respeto hacia el maestro y darle a su trabajo el valor que merece, el
cual requiere dedicación, disciplina y sobre todo mucha paciencia.
Un detalle siempre es bien recibido y les da otro motivo para enfrentar con alegría el día a día con nuestros hijos. Cuesta muy poco hacer sonreír a alguien, así que pongamos manos a la obra y junto con nuestros pequeños hagamos algo especial para celebrar su día y hacerles saber nuestro aprecio este próximo 15 de mayo .
Imagen vía: Smart School House
Para hacer este lapicero-manzana, puedes ver instrucciones aquí.
Así es, el Maestro es un ser tan importante en nuestras vidas... Pero ya no se le tiene el respeto que se le daba hace unos años. Un placer leerte, Angie. Mi cariño y me has hecho recordar a mis Maestros... Besos.
ResponderBorrarMe da gusto saludarte también, Julie. Aquí tratamos de mantener vivo el lugar.
ResponderBorrarEs un buen momento para reflexionar nuestro labor como profesores y rescatar a nuestras semillitas!! Gracias por compartir!!
ResponderBorrarHe visto cómo algunas mamás y papás exigen la excelencia del profesor y a la menor falla lo culpan de todo, cuando bien sabemos que la tarea del profesor más que educar es formar. La educación y los buenos modales se enseñan en casa. Felicidades a ti, Sandy por ese trabajo tan bonito que realizas.
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