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miércoles, 7 de diciembre de 2016

Depresión navideña

Gastos excesivos, aglomeraciones, tráfico, hipocresía, tensión familiar, depresión... son algunas de las razones por los que a mi no me gusta celebrar la navidad. 

La navidad me entristece y me provoca unas ganas enormes de alejarme de todo contacto social. No quiere decir que la aborrezca porque no tengo la intención de ser una aguafiestas ni busco que los demás se sientan como yo. Solo preferiría pasar de diciembre a enero, así sin más. Mis motivos tienen mucho que ver con recuerdos tristes de la infancia, pero cada vez me molesta más todo ese frenesí que se apodera de la gente por darle tanta importancia a lo material. 

Todos felices con sus bonos y aguinaldos, listos para derrochar en adornos carísimos, comilonas, compras excesivas en ropa para la ocasión, obligados intercambios de regalos que a nadie dejan satisfecho, por lo general. Reuniones familiares, que aunque son el motivo ideal para saludar a los que se encuentran lejos y casi no ves, las padeces porque no todos son de tu agrado. Pero tienes que fingir, y dar regalos por compromiso, y desvelarte, y pasar frío... ¡Ay...!

Ahora que soy madre ya no puedo simplemente apartarme o encerrarme. Por mis pequeños es que me dejo llevar en esta marea navideña y si hay dinero, doy algún regalo; pero qué difícil es cuando no hay, y qué penoso cuando alguien te da un obsequio y tú no tienes para corresponder o no puedes dar a los niños ese juguete tan ansiado y que con gran ilusión esperan durante todo el año, porque así se los hacen ver en todas partes. Es aquí cuando me pongo a pensar en las personas que viven en condiciones económicas menos afortunadas, en los que están solos, en los que están enfermos, en los presos, en los que no pueden regalar... en los que durante esta temporada todo este alboroto solo los hace sufrir más.

Mi idea de disfrutar una navidad simple es pasar estos días de descanso en casa, acurrucada con mi pequeña familia, una buena película, bebidas calientitas, nuestra comida favorita, uno que otro regalito y abrazos, muchos abrazos. Nada más.

Eso es lo que yo querría, pero no me lo permitirán, jajaja. 

Bueno, amigos, no quería ser pesimista, solo desahogar mi sentimiento navideño. Si ustedes son de los que adoran las fiestas decembrinas, les deseo que este años lo disfruten al máximo, acompañados de la gente que quieren y reciban bonitos regalos. Yo les dejo abrazos.


arbol de navidad con ramas


2 comentarios:

  1. Hola, hace tiempo te leo, tienes razón en ciertas cosas, cada quien viva su navidad a su modo y tu por tus pequeños la vivas lo mas cercana a ellos, disfrutando su alegría y su infancia, total son pocos días, mis mejores deseos para tu vida, tus proyectos y tu familia. DTB

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    1. Sí, son pocos días. A enfrentarlos. :) Muchas gracias por tu comentario, quien quiera que seas. Saludos decembrinos.

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