Estas vacaciones de primavera tuve la oportunidad de visitar la zona arqueológica de Teotihuacán en el Estado de México.
La también llamada ciudad de los Dioses, conserva los vestigios de una de las civilizaciones más importantes de Mesoamérica.
Teotihuacán se ha convertido en un estandarte para los mexicanos en la defensa y resguardo del Patrimonio Cultural Nacional, su monumento principal, la Pirámide del Sol, es un icono de la identidad nacional, sobre todo como un elemento relevante del pasado prehispánico. Los restos arqueológicos de la antigua ciudad del Clásico en Teotihuacán, representan a México en el ámbito internacional, ya que fue el primer sitio de nuestro país declarado tesoro del Patrimonio Mundial, por la UNESCO en 1987.
Es un recorrido lleno de magia por el misterio que guardan estas
construcciones, y esta temporada es ideal para admirar la zona pues los
colores de la naturaleza están en todo su esplendor y se destaca aún más
la majestuosidad del complejo.
El área abierta a la visita pública tiene una extensión de 264 hectáreas, donde se concentran los principales complejos de edificios monumentales, como La Ciudadela y el Templo de la Serpiente Emplumada, la Calzada de los Muertos y los conjuntos residenciales que la flanquean, y las Pirámides del Sol y la Luna.
El recorrido puede hacerse libremente y no es necesario un guía turístico, ya que existe mucha información por todo el sitio, que además se conserva muy limpio, aunque no libre de vendedores, pero a pesar de que fuimos en un día con bastante afluencia, la ubicación y amplitud del espacio hace que los ruidos y las muchedumbres se dispersen, así que en general fue un recorrido muy agradable y no tan pesado como yo lo imaginaba.
Es impresionante e indescriptible la sensación al estar arriba de las
pirámides más altas, como la del Sol, aunque no todos pudimos llegar a
la cima debido a mareos por la altura y temor por riesgo de alguna caída
de los más pequeños, pero realmente vale la pena conocer la historia
del México prehispánico, a través de lo que nuestros antepasados
construyeron con tal majestuosidad e ingenio.
Recomendaciones:
Por las dimensiones de la Zona Arqueológica resulta muy difícil disfrutar de toda su oferta cultural en una sola visita, sin embargo existen rutas diseñadas para aprovechar al máximo los recorridos, dependiendo de los intereses particulares de cada visitante.
Eso
sí, hay que ir preparados con gorra o sombrero, bloqueador solar y
bastante agua. Hay sanitarios a la entrada y a la salida pero dentro del
área no, para que tomen sus debidas precauciones.
El
costo es de $64.00 por persona. Estudiantes, niños y adultos mayores no
pagan, y los horarios son de lunes a domingo de 9:00 a 17:00 hrs.
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