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lunes, 26 de agosto de 2013

De antojo - Tacos Doña Aurelia (Huescalapa)

No hay nada que nos identifique más como mexicanos que el taco, uno de nuestros antojos consentidos.


Es muy común ver en cada barrio de México por lo menos un puesto de tacos; lo que no es muy común es ver mujeres taqueras, ese personaje principal del puesto de tacos que realiza la labor de picar la carne, servir los tacos y poner ese toque extra para que podamos disfrutar de este gustado platillo. Por eso, cuando el otro día nuestro "jueves de tacos" nos sorprendió en el poblado de Huescalapa, en el municipio de Zapotiltic, Jalisco, me llamó la atención un puesto atendido solo por mujeres. 


Había otro puesto enfrente y para decidirnos dónde cenar, sólo recordé algunos consejos básicos que todo "cometacos" debe saber para distinguir a un buen taquero: 

1. Mucha gente alrededor del puesto es por lo general un indicador de buenos tacos, buen servicio y buenos precios. 
2. La limpieza del lugar y del personal. 
3. El aroma y aspecto de la carne (jugosita). 
4. Que cuente con una buena tabla de madera y cuchilla filosa (dicen que la tabla otorga un sabor especial). 
5. La forma y rapidez con que el taquero realiza las suertes al picar la carne, en este caso la taquera. 
6. Las salsas. Tiene que haber roja, verde, guacamole y mexicana.
7. El horario de servicio, que beneficie tanto al "tragón madrugón" como al "borracho desvelado".
8. Por último y no menos importante, la amabilidad y atención con que te reciben.


Por eso nos detuvimos en Tacos Aurelia, ubicados en la plaza principal de Huescalapa, justo frente a la Hacienda, donde amablemente nos atendieron Chela y Rosy, hijas de doña Aurelia, y Karla, su nieta, quienes nos contaron que su puesto tiene más de 30 años de antigüedad y fue su mamá, doña Aurelia, quien inició con este negocio que goza de muy buena fama no sólo en Huescalapa, y ya supe por qué. 


Aprovecho para enviarles un saludo a las tres y agradecerles por la plática tan agradable. No dudo en decir que sus tacos de adobada son de los más ricos que he probado. 
 


Si un día pasan por esos rumbos de Ciudad Guzmán y Zapotiltic, hagan una parada en Tacos Aurelia, se los recomiendo muchísimo.


Fotos: Angie Vázquez. 

lunes, 12 de agosto de 2013

La casa de Juan Rulfo

San Gabriel es un municipio marcado por la huella de Juan Rulfo. Algunos historiadores aseguran que nació aquí y no en Apulco.


Al regreso de mi más reciente viaje a Tapalpa, me alegró mucho saber que San Gabriel me quedaba de paso pues es un lugar que siempre había querido visitar, especialmente para conocer la casa del famoso literato.


«Sus biógrafos afirman que su lugar de nacimiento es Sayula, donde sus padres se habían establecido temporalmente en casa de la abuela materna, María Rulfo, porque debido a las luchas revolucionarias la vida en San Gabriel y la cercana hacienda de Apulco, propiedad de la familia, era poco segura. Rulfo dice haber nacido en San Gabriel y que sus padres lo registraron en Sayula, una ciudad con la cual se identifica mucho menos que con San Gabriel.

»En junio de 1923, cuando el padre de Rulfo es asesinado, la familia vive de nuevo en San Gabriel. En este mismo año Juan Rulfo inicia sus estudios de primaria en un colegio de monjas de San Gabriel, el cual se ve obligado a cerrar sus puertas en 1925 a causa de los disturbios por la Guerra Cristera. Hasta 1927, cuando muere su madre, estudia con una maestra particular y después ingresa junto con su hermano mayor al orfanato Luis Silva, de Guadalajara. A partir de entonces sólo regresaba a San Gabriel para pasar vacaciones.

»Los años de infancia pasados en San Gabriel marcaron a Juan Rulfo e influyeron en su obra literaria. La Comala de su novela Pedro Páramo es un lugar imaginario del sur de Jalisco que se parece a San Gabriel y otras poblaciones de la zona.». (OEM)


Es aquí donde Juan Rulfo comenzó a gestar en su mente el alimento de su creatividad; donde obtendría las experiencias inspiradoras para su obra…



 Calle Hidalgo
Centro
San Gabriel


Cuando estuve frente a esa casa y recorrí los paisaje y la atmósfera ligados al autor de Pedro Páramo, me remonté en el tiempo a ese México mágico y surrealista lleno de murmullos del que nos habla Rulfo.


Pero San Gabriel es mucho más que eso, además de invitar a conocer la Ruta rulfiana a través del Festival que se realiza en homenaje al escritor en mayo de cada año, es una ciudad tranquila de gente muy amable que te hacen sentir en casa.