“Todo parece imposible hasta que se hace”. (Nelson Mandela)
Este post quiero dedicarlo a reflexionar un poco sobre el año 2013 que está terminando. Si bien no fue un gran año, yo quiero decir que en general fue bueno, porque a pesar de que el futuro de nuestro país no es muy esperanzador y la situación económica se vuelve cada vez más difícil, seguimos de pie con salud y trabajo; eso sí, ¡mucho trabajo!
Los últimos meses he trabajado bastante y aunque todavía no puedo ver grandes resultados, creo que lo importante son esos pequeños pasos que uno va dando para conseguir lo que se propone. La disciplina y la constancia son fundamentales, y sobre todo ser conscientes de que necesitamos menos deseos y más acciones, arriesgarnos a hacer cosas diferentes, a seguirnos preparando.
Los estudios son una herramienta básica con la cual cada uno se forja un futuro y cada día es una nueva oportunidad para aprender. No quedarnos ahí nomás, mirando como este mundo se vuelve cada vez más competitivo y nosotros no hacemos nada para alcanzarlo. La aparición de nuevas tecnologías nos está arrastrando a cambiar nuestros hábitos, a convivir de forma distinta y tenemos que adaptarnos viendo el lado positivo del asunto: Internet es esa puerta que nos conecta como nunca antes con personas y actividades que antes ni podríamos imaginarnos, por lo que las barreras para estudiar cualquier cosa y en donde sea ya no existen. Así me alienta mi esposo para motivarme a buscar nuevas alternativas y hacer lo que me guste. Y yo también lo animo a que intente cosas nuevas para que no dependa de un trabajo en el que por momentos se siente incómodo y estancado.
Sabemos que tenemos que arriesgarnos en serio y hacer un cambio importante en la forma como hemos venido trabajando porque el futuro que queremos para nuestros hijos solo está nuestras manos. Así que ahora estamos entusiasmados planeando algunos cambios. Veremos cómo nos pinta el año que viene.
Yo por mi parte quiero desearles a todos ustedes que el 2014 sea un mejor año en todos los ámbitos.
Fotografía: Angie Vázquez